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martes, 13 de noviembre de 2012

Busca entre tus bienes lo que debes inmolar: Ofrécele un sacrificio puro.





Pues bien, esto es lo que hizo Cristo

Alégrese Israel en quien lo ha hecho, y exulten en su rey
los hijos de Sión (Sal 149,2). En quien lo ha hecho y en su rey significan lo
mismo. También se identifican Israel y los hijos de Sión. El Hijo de Dios que
nos hizo fue hecho entre nosotros y nos gobierna en cuanto nuestro rey porque
nos hizo en cuanto Creador. Quien nos hizo es el mismo que nos gobierna. De
aquí que somos cristianos porque él es Cristo. Cristo se deriva de crisma, es
decir, de unción. Antiguamente se ungía a los reyes y a los sacerdotes. Él fue
ungido como rey y como sacerdote. Como rey luchó por nosotros, como sacerdote
se ofreció por nosotros. Cuando luchó por nosotros parecía que había sido
vencido, pero fue el vencedor. Fue crucificado y, desde la cruz en que fue
elevado, dio muerte al diablo. Por eso es nuestro rey.

¿En qué sentido es sacerdote? En cuanto que se ofreció por
nosotros. Dad al sacerdote lo que ha de ofrecer. ¿Qué encontrará el hombre que
pueda entregar como víctima pura? ¿Qué víctima hallará? ¿Qué podrá presentar el
pecador que sea puro? ¡Oh inicuo, oh malvado! Cuanto tú puedas aportar es
inmundo, y, no obstante, ha de ofrecerse por ti algo puro. Busca en ti eso puro
que debes ofrecer: no lo .




Pues bien, esto es lo que hizo Cristo. En los hombres no
encontró nada puro que pudiera ofrecer en nombre de ellos; ante esto, se
ofreció a sí mismo, víctima purísima. ¡Oh feliz víctima, víctima verdadera,
víctima inmaculada! Así, pues, no ofreció lo que nosotros le dimos. ¿Qué digo?
Ofreció lo que tomó de nosotros, pero lo ofreció puro. Tomó de nosotros la
carne y fue esa carne lo que ofreció. Pero ¿de dónde la tomó? La tomó del
vientre de la virgen María, para ofrecerla como carne pura por los impuros. Él
es rey, es sacerdote; regocijémonos en él.


hallarás. Busca entre tus bienes lo que debes inmolar:
no le agradan carneros, ni machos cabríos, ni toros. Aunque tú se lo ofrezcas,
es suyo. Ofrécele un sacrificio puro. Pero eres impío, eres pecador, tienes la
conciencia manchada. Es posible que puedas ofrecer algo puro, si has sido
purificado antes; mas para estarlo se ha de ofrecer algo por ti. ¿Qué has de
ofrecer tú por tu persona para lograr la purificación? Podrás ofrecer algo
puro, sólo si eres puro. Por tanto, ofrézcase a sí mismo el sacerdote puro y
obtenga la purificación

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